noviembre 19, 2008

Crepas de cajeta

Me gustaría conocer a un mercadólogo para consultarle lo siguiente que me acaba de pasar.
En el cinépolis hay una promoción de ésas que tienen por finalidad “premiar” a los clientes frecuentes o atraer a nuevos. La promoción consiste en que por cada entrada al cine que compras te dan dos cupones de promoción; la primera es un boleto de ráscale para ver qué te sacas. Lo máximo es que te tocara un viaje en crucero ja ja, dentro de las 1,465 salas de cine que tiene esta cadena chance y a lo mejor te sacas una consola de XBox…. Pero “todos los cupones están premiados ¿Qué esperas?”, se ufana el slogan de un creativo mercadólogo.
Y en efecto, en los tres boletos que me han dado en la última semana siempre me ha salido: “Ganaste un 2 X 1 en dulcería producto estrella de la semana”. ¿No les da ternura tanta inocencia y generosidad?
Además, el segundo cupón de la promoción te regala una “Crepa de cajeta a 10 pesos”. La condición viene a renglón seguido, en letra chiquita: “comprando un capuchino caliente grande”.
Fíjense: La crepa de cajeta de forma normal cuesta 26 pesos pero te la dejan a 10 si es que aparte consumes un capuchino que cuesta 33 pesos. O sea que en realidad pagas 43 pesos por ese regalote que un mercadólogo estrella diseñó en Cinépolis. Hasta las aturdidas jovencitas que atienden la tienda de cafés y baguetes dentro del cine se apenan por tener que aclarar a los clientes que la promoción sale cara, es una farsa.
Esto es lo que quisiera preguntarle a un mercadólogo profesional: ¿quién y cómo les enseña a diseñar promociones en que se presentan como un premio lo que es un burdo gancho para un consumo mayor? ¿qué lógica les lleva a pensar que los clientes no se darán cuenta del truco?
Y a los dueños de Cinépolis les quisiera preguntar: ¿no es suficiente con asaltar a los clientes vendiéndoles productos tres o cinco veces por encima de su precio con, encima, plantarles en la cara un estimulante promoción que no es mas que un engaño para imbéciles?…. En general, los que vamos al cine no somos de esa clase de personas y la época del trick or threat terminó hace veinte días.

p.s. Escribo este post emergente porque acabo de salir de Blindness y siento que ahora mismo podría correr cinco kilómetros, pero hace frío en León y es de noche. La película me electrizó. Descártenme como comentarista de cine pero puedo decirles que es una historia envolvente, una metáfora potentísima.

3 comentarios:

Pillo dijo...

del cine ando perdida, pero la voy a ver como no, yo en el cinepolis no compro mas que nachos jajaja y claro el cine, ya casi nos vemos mija, que emocion, donde se quedan en GDL? Conmigo??? diganmertsss!!

La Blu dijo...

jijijijijijijiji, me gusta leerte porque eres una quejumbrosita analítica.

Me gusta de lo que te quejas y por lo que te quejas...

En fin, yo por eso voy a cinemark... y en mi chamarra meto alguna galleta integral clandestina... (ya ves, la dieta).

luis nicolas dijo...

eso y mas mereces por no meter tus consumibles al cine, cos que hace cualquier hijo de vecino bien enterado, como yo, que no obstante que esta prohibido intruducir consumibles a la sala, monda y lironda yo lo hago, asie es querida, sigue cumplindo reglas de fenicios