mayo 13, 2013

Mujeres estudiosas extrañando a sus hijos. Notas habaneras

Hoy inició el curso postevento. Es una inmersión a la legalidad e institucionalidad que hace posible la conservación del Centro histórico. Empezó el día con una plática sobre historia de La Habana, importante para llenarme algunos huecos de comprensión que traía luego de una semana de circular por aquí, en parte motivados porque a uno le faltan fechas clave para contextualizar, como en qué fecha y cómo logró su independencia la isla y de qué forma y tiempos se dieron las principales expansiones físicas de la ciudad. La Habana fue una ciudad amurallada hasta mediados del XIX y su patrimonio edificado es más del XIX y XX que de la colonia, por ejemplo, porque en la bonanza de la caña muchos edificios coloniales se rehicieron para ponerlos al día en estilos constructivos; entonces es una ciudad en la traza española pero más bien neoclásica…En fin, parece que nos van a facilitar los ppt del curso y prometo pasarte algo de lo que estoy aprendiendo aquí. El curso es meramente expositivo pero cuando uno desconoce casi todo, vale y yo no me aburro; además los expositores son superdisponibles a responder todo género de preguntas, desde las muy bobas o elementales para los locales ¿cuándo llevó al poder Batista, cuándo triunfó la revolución?, hasta las más complejas sobre la jerarquía de leyes o las facultades específicas del ordenamiento de la ciudad histórica. La ciudad está hiper-regulada, históricamente aquí se aplicaron muchas ordenanzas constructivas y urbanas de la ciudad española y hoy en día no se quedan atrás. Por ejemplo, no pueden llegar residentes cubanos nuevos a La Habana Vieja sin tener una autorización para ello, lo cual se basa entre otras cosas en que la vivienda que va a habitar tenga capacidad para ello, porque no importa que ahí tengas familiares sino que quepan, que no se sobrecargue un edificio!! Luego te explico. Luego fuimos al almuerzo en un restaurante llamado “La imprenta”, que supongo allí estuvo. Como poco se salvó del edificio, hicieron una decoración muy chida, las sillas de cada mesa son letras! Después nos dieron un recorrido, por plazas que la mayoría ya conocía, pero contadas con otro contexto histórico o de reconstrucción que siempre complementa de cuando una lo recorre sola. Así que nuevamente valió el agobio de caminar con el sol de las 3 p.m. que es cuando termina el almuerzo (comida). En el evento de esta semana están varias personas que no estuvieron la semana pasada. Por ejemplo hoy ví más ecuatorianos (quiteños, en específico), una argentina, chilenos, bolivianos y así. En las presentaciones personales, la maternidad aflora. Resulta que varias somos mamás jóvenes o con hijos pequeños que bien pronto nos ponemos a platicar de nuestros hijos, de lo que sufrimos al “dejarlos”, o al no poder hablar con ellos durante tantos días, y nos enseñamos a los hijos en el celular. Olga es una chava que me cae rebien, es un descubrimiento por que es mexicana que va al seminario de René Coulomb (yo ni me había fijado en ella, jeje) porque está haciendo la misma maestría que hice en la UAM-A. Tiene una hija de 3 años, llamada Dhara. Olga viene con su papá que es un jubilado que recién acabó una licenciatura en estudios culturales o regionales y que le gusta andar de activista por el patrimonio. Luego ayer llegó otra mexicana de Xalapa, ella tiene hijos más grandecitos y parece que ya los ha dejado solos en otros viajes. Y hoy llegó una quiteña, que tiene una hija de 6 y una de 3, a quienes dejó al cuidado de su abuela, porque el padre también tuvo que viajar los mismos días Es curioso cómo a todas nos sale contar lo que nuestras propias madres nos dijeron al venir acá, a la mayoría, sus mamás las apoyaron, animaron a que hicieran el viaje, aunque eran muchos días de dejar a los hijos. Hasta ahora soy la única que me ha tocado contar que mi mamá puso el grito en el cielo cuando anuncié que haría un viaje de 2 semanas. Me llevo en la usb este mensaje, tratando mañana martes de enviártelo. Este martes no pienso salir a correr porque mañana, después del curso pienso ir a recorrer el barrio chino de aquí. También quiero ir a meterme a una función de cine, pero es curioso que aquí la gente va y se para al cine sin conocer la cartelera (como no hay periódicos, parece que no la publican por ningún lado, aunque los cines son muy populares), van a ver lo que ponen, y yo realmente no me he animado a eso, como que formarme para ver lo que me pongan, no se me da, pero bueno, quizá es la única forma de tener la experiencia de cine en el socialismos je je. El sábado que pasé por unos cines en Vedado, daban un ciclo de cine serbio y otro angoleño, ejem, y no creo que me interese mucho, aunque dicen que en materia fílmica el bloqueo no aplica pues aquí se ven las películas internacionales casi a la par que en el resto de países. Esto es relativo pues aquí apenas vienen estrenando La vida de Pi.

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