Ya está. Santiago ha entrado al mundo de los adverbios. Él no lo sabe pero fue a la tienda de palabras y se compró el tampoco. El diálogo fue así:
Pregunta: ¿Quieres leche?
Respuestas: No
Pregunta: ¿quieres yogurt?
Respuesta: Tampoco, quiero agua pura.
Magistral, ¿no? Me impresiona este tipo de cosas que ocurren en su habla. Me hace voltear a verlo inquisitiva, con ganas de preguntarle: ¿has visto corazón esa palabra que estrenaste? ¿viste que sirve para sustituir una doble negación? Y luego para mi: ¿será un avance neurológico que use adverbios cuando en materia de adjetivos calificativos no muestra avances espectaculares (chiquito o grande y todo es azul) o sólo caprichos de la mente?, ¿por qué aprendemos primero la palabra tampoco en lugar de también?... en fin. Inutilidades de ese tipo que pueden ponerme feliz.
1 comentario:
Mi hijo usa el "acá, aquí, allá" y me sorprende por lo bien que los diferencia. Para él todo es azul y el frío es "pío" y lo caliente "pica".
Pero los hijos aprenden, tanto y enseñan, tanto también.
Un abrazo enorme, los quiero a los tres.
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