Hace unos días una amiga me preguntó x chat que como me seguía yendo de mamá. Le contesté sin dudar: cada día sigo disfrutando de verlo crecer, de estar juntos.
Ya ves como es mi mente, enferma de “rumiación ideática”, le seguí mascando a mi respuesta. Efectivamente, me ratifiqué luego de varias horas, vivir con un niño under two es difícil hacer cosas en automático, porque en una de esas ocurre un accidente o al minuto él te reclama atención plena.
A diario una identifica cosas nuevitas para el bebé y ve progresos en otras habilidades. Pero ayer me dejó con el ojo cuadrado. Estábamos en el patio trasero lavando ropa. S quería participar en la actividad y encontraba útil tomar la ropa húmeda y moverla al piso. Noooo, gritaba yo. “Mejor ve adentro y trae la ropa que falta de meter a la lavadora”, le dije como tantas cosas le digo pensando que hablo con uno de mi tamaño….
No hice más señas, ni lo encaminé a la encomienda, no le mostré paso a paso lo que debía hacer. Pero enseguida, mi primor de tambor entró a la cocina, fue al montón de ropa oscura y arrastró algunas prendas hasta traérmelas al patio.
Había entendido y ejecutado una de esas “instrucciones complejas” que llaman los especialistas. ¿Si o no es para disfrutarse un hijo?
Highlights del día:
> Se levantó a las 6.45 a.m. y no tomó su primera siesta sino hasta las 2 p.m. (vaya récord!) cuando el sueño lo venció (¡literal!) mientras comía picadillo con verduras (¡ha descubierto el sabor del pimiento y le encanta!)
> Fuimos a visitar a mi amiga Judith. Llegó modorro pero conforme se fue ambientando puso en acción sus tácticas seductoras y logró que amiga concluyera que es hermoso y adorable, muy bien portado y sonriente. Mujer de fe como es, me bajó el orgullo diciendo: “Dios los hace hermosos pero a ver cómo se vuelven con la intervención de los papás”. Je.
> Hicimos el super en el Mega. Para hacer honor a la tienda, hizo megapancho por no ir sentado en el carrito. Soporté berridos e impuse autoridad (se fue en el carrito). Le emociona ir por el pasillo de los jugos y “encontrar” el ades. Mientras escogía un melón, él me ganó con una manzana. Se la comió completa pero dejó tu auto regado de las cascaritas que mastica pero no le gusta tragar.
> Tercer baño de tina y jicarita. Aun no controla lo de echarse agua él mismo con la jicarita, pero atisba que será una adquisición mayúscula en su repertorio de diversiones, así que lo sigue intentando. Rozadura totalmente curada.
1 comentario:
joven tariq:
lo que escribe usted sobre su periplo en las ciudades mas tradicionales de la madre patria, reflejan lo que un espíritu abierto como el suyo puede ver donde otros viajeros, con menos sentidos.solo ven ciudades antiguas, sin vida sin historia, sin gentes, sin tradiciones, vamos, solo edificios, bellos, eso si, pero solo edificaciones y no reflejos de las personas que dieron vida y que como en el caso del filosofo, dieron la vida, eso es ver las ciudades, eso es caminar por ellas, pasar por ellas, vivir en ellas, le recuerdo que tenemos pendientes de su breve pero sustanciosa gira europea
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