noviembre 15, 2007

Balada para un loco

“Quereme así piantao,
piantao, piantao…”
Astor Piazzola

Creo que lo que me pasó anoche sólo pudo haber ocurrido en esta ciudad. Ciudad de México.
Me encaminaba yo al Metro Balderas después de haber encontrado cerradas las taquillas de la Arena México. Quería comprar entradas para la lucha libre en la catedral de la lucha libre. Unos compitas de la Uni irán mañana viernes y me pareció una buena oportunidad de apreciar sin mediaciones ese que dicen es una práctica muy peculiar de “nuestra cultura”.
Eran las 7 de la tarde pero con el horario de invierno, a esa hora ha oscurecido suficiente para sentir la noche.
El metro Balderas es una de las estaciones emblemáticas del transporte defeño. A mí me gusta de día porque por ahí es la entrada a la antigua y original (y abierta) Biblioteca Vasconcelos. También porque tiene una explanada y jardín donde suele haber mucha gente jugando ajedrez en carpas y grupos de ñoras y ñores tomando clases de baile de salón. Ajá, en la plaza.
Pero de noche me da miedillo. El jardín tiene escasísima iluminación y el montón de puestos semifijos (así les dicen aunque están clavados al asfalto!) ofrece la ocasión de que alguien se oculte y te asuste (o te asalte, dependiendo de la suerte). Además es la entrada a una de las zonas inseguras de la ciudad, la colonia Doctores.
Así que anoche iba actuando seguridad y rogando a todos los santos del cielo que no me pasara nada. Ya casi llegando a la entrada al metro, estaba un tipo joven, harapiento, con los pantalones a media nalga, de cabello crespo (no sé si por chino o por no lavarlo por meses). Un joven “en situación de calle”, quizá drogo, un homeless. Una señora mayor que llevaba sus bolsas de mandado lo esquivó. Yo iba unos 10 metros atrás y preferí bajarme de la banqueta y caminar por el arroyo de los coches para no pasar cerca de él. Pero el chavo también se movió y me habló: “amiga, amiga…”.
De mi Veci (un chilango rotundo) he aprendido que a estos personajes --hay montones en las calles del DF-- no hay que ignorarlos, ni correrles, sino contestarles algo calmado, algo como “ay para próxima” ó “ahorita no cuate, te la debo”. Supongo que yo dije una cosa parecida y aceleré el paso.
Pero el chavo insistió en hablarme.
-Amiga, amiga, nomás quiero preguntarte algo: ¿te escapaste del cielo?

Las palabras del loco no disiparon mi temor pero me provocaron una inexplicable sensación de felicidad. Me acuerdo y me inquieta la alegría que dejaron esas cuatro palabras.

6 comentarios:

luis nicolas dijo...

ah, por favor que tu familia no se entere que ya estas frecuentando la lucha libre, aun cuando sea con espiritu de estudiosa, preocuria y se pondria en duda tu salud mental, que no se te vaya a colocar el cualquiera dee los epitetos que le aplicaron al personaje aquel de cervantes que por leer tantos libros, perdio la cordura

luis nicolas dijo...

ya te enteraste? las opiniones que yo de siempre he dejado claras, son tan evidentes, que alguien a quien tu calificas de loco, las capto, eso acredita que el aparente insano de la estacion balderas, es un hombre cuerdo, muy cuerdo, que no permite dejar pasar lo evidente. ahora que ya te enteraste que mis opiniones son compartidas, que tu ego no se sienta alagado, lo axiomatico no requiere demostracion.

Anónimo dijo...

Bueno pues sinceramente yo espero que si hayas conseguido los boletos para el arte de la lucha libre y ojala después nos puedas contar tus experiencias al respecto y como te daras cuenta yo al contrario de mi papa no creo que si le comentas a alguien de tu casa vaya pensar que estas loca si no todo lo contrario creo que es otro aspecto de la vida de los mexicanos.

Aparte una de las pocas cosas que recuerdo que llegue a compartir con el gordo es precisamente, es ver en la tele la lucha libre y creo que de ahí me nació, por lo menos a mi, el gusto por ese llamado arte del pancracio.

Pillo dijo...

jajajajaja...buenisimo amiga..que chida anecdota, como es la vida ¿no? cuando prejuzgamos viene la vida y nos dice: tomala....yo quiero ir a las luchas .....insisto , me gustó harto el post...

Claudio Jorge Blanco dijo...

Por eso cuando me preguntan si me gusta la ciudad de México no se que contestar... por un lado el asunto de la inseguridad, lo peligroso, pero por otro ese inconfundible color que vives en todas sus calles, eso es genial... sobre ir a la Lucha Libre te felicito, es toda una cultura aunque algunos no estén de acuerdo y más en la Arena Coliseo original, queda claro que es como dijeron línea arriba un espectáculo, pero es un espectáculo que vale la pena, aquí en León nos tenemos que conformar con verlos en el auditorio y en serio que hay una diferencia enorme.

NuNu dijo...

Me encanta este blog!!!!

Que lindo post....