Hace más de una década tuve mi primer gran “enganche” con la cosa pública. El debate sobre la reforma electoral prendió en diversas organizaciones civiles y aunque en los medios electrónicos no se ventilaba mucho, los periódicos reflejaban una pluralidad de puntos de vista que a mi me abrieron los ojos, en muchos sentidos.
Fue mi primer atascón periodístico. Yo esperaba cada día los diarios y, La Jornada en especial, la devoraba completa. Iba a las bibliotecas públicas a ver los otros periódicos (por que, claro, yo no tenía para comprar ninguno). Me gustaban los análisis y las tomas de posición de diversos actores sobre la ciudadanización de los órganos electorales, la peculiarísma posición de ciudadanos de tercera de los habitantes de la capital del país, la importancia de los procedimientos para votar y contar los votos a fin de que se confiara en las elecciones.
También tuve uno de mis primeros enamoramientos intelectuales. José Woldenberg sencillamente me encantaba. Su trayectoria de “lucha en la izquierda” en los setentas, su trabajo académico y su tránsito a la lucha por los derechos electorales me atraían cañón (tanto como me intrigaba que su mujer fuera la Secretaria de Estado más greñuda e inteligente que se veía por esa época. Me refiero, claro a Julia Carabias). Mi sueño era conocerlo (y llegué a ir a una conferencia con él), entrevistarlo (nunca lo hice), tener un libro autografiado por él (y es el único autógrafo que he recabado para mi colección).
Finalmente, también fue uno de los primeros asuntos públicos en los que yo quise trabajar, comprometerme para aportar algo para la transformación del país. En 1996 y1997, recién egresada de la licenciatura, tuve oportunidad de trabajar en el instituto electoral estatal, en la época de otra de las personas que admiro en el ámbito público y personal: Hugo Villalobos.
Luego me vino el desencanto. Me agotó lo electoral . El énfasis extremo en cuidar los procedimientos (las boletas impresas en papel seguridad, la tinta indeleble); en entregarle muy parcialmente el poder a los ciudadanos en la organización electoral (me refiero en particular a los consejos distritales y municipales); en el fortalecimiento brutal del poder de los partidos políticos (en cuanto a la disposición de recursos públicos y el completo control de las reglas y posibilidades para participar en política) ; así como el incomprensible derroche de recursos por la duplicidad de organismos electorales (por las dietas y prerrogativas de que disfrutan en años no electorales) simplemente me alejó de lo que inicialmente me había enganchado a esta lucha.
No es que hoy me sienta de nuevo atraída por el debate de la reforma electoral. De hecho, no veo que haya tal cosa. Pero me siento obligada a no verla pasar, así sin más. Me enoja que 15 años después los partidos y los políticos supongan que la electoral es una materia que la pueden “reformar” sin los ciudadanos (a cambio de la cabeza de un tal Ugalde o por los pesos de otra mal llamada Reforma… fiscal), o que al país le va a servir de algo el fortalecimiento del “sistema de partidos” por la vía del dinero público y las prerrogativas, y no por la del debate e inclusión de otras posiciones, que no pasan ni quieren pasar por los partidos políticos tal cual están ahora.
Por ello, me he adherido a la campaña “Ya bájenle” organizada por Alianza Cívica . Esta campaña tiene entre sus objetivos:
* Reducción por lo menos a la mitad del financiamiento público a los partidos políticos.
* Derogación de la disposición que establece que el financiamiento público a los partidos se duplica en años de elección.
* Prohibición de la compra de espacios en TV para los partidos políticos o para cualquier otra persona con fines de realizar campañas políticas electorales.
* Entrega del 100% de los tiempos oficiales a la autoridad electoral para su reparto entre los partidos políticos bajo un principio de equidad previsto en la Ley (semejante al actual que prevé 30% de reparto igualitario y 70% de acuerdo a su votación anterior).
* Fortalecer la capacidad de la autoridad electoral para fiscalizar los gastos e ingresos de los partidos y emitir sanciones oportunas.
* Aumentar la sanción electoral, incluso la anulación de candidaturas y la anulación de elecciones a quienes rebasen los topes de campaña o violen los topes de aportaciones individuales.
La campaña Ya bájenle no incluye por ahora, pero yo sí lo propongo, la creación o fusión de un solo instituto o servicio electoral nacional, para acabar con la duplicidad de instituciones electorales que desperdician los recursos escasos de nuestro país. La idea soberanista de los Estados de la República y la complejidad de organizar elecciones locales y federales simultáneas son una coartada más de los partidos políticos y de los burócratas electorales para seguir viviendo del dinero público.
Te invito a que te adhieras a la campaña Ya bájenle. Pero hazlo pronto pues, como leemos en las noticias, los partidos ya tienen acuerdos hasta para reformas constitucionales sin tocar asuntos esenciales para que nuestra democracia no se quede enana, sino que se desarrolle.
Entra a www.yabajenle.org.mx para adherirte en línea a la campaña; también puedes escribirle a tu diputado (claro, primero te enteras quién es tú diputado, porque seguro tienes uno y le pagas re bien!) para que conozca tu posición y en algún momento dado considere que su voto debe responder a ti y no únicamente a su dirigente de partido; invita a tus contactos a que se adhieran o producir mensajes para convencer a otros de la urgencia de esta acción.
4 comentarios:
Ay mija tu siempre tan comprometida ..te admiro muchote por eso..te leo y digo wow...claro que me meteré a la pagina..tengo otra amiga Bloggera periodista es La Chilangelina..escribe chido..por si la quieres leer...maestria. marido. ya bajale....chale..cuantas maravillosas ocupaciones..te mando hartos abrazos..
Como siempre es un gusto leerte. En relación con la campaña ya bajale, ya habia visitado el sitio, pero no estoy muy de acuerdo en algunos puntos, sobre todo en el financiamiento, yo creo que el financiamiento público es una bondad para que todos puedan ejercer el derecho de ser votados, porque sin él simplemente sólo quienes tuvieran para pagar una campaña podrían acceder a él, se que mi formación de abogado me gana, así que yo creo que además de que se establezcan los derechos tambien es necesario que las posibilidades de hacerlos valer de manera efectiva deben darse, y el eliminar el financiamiento público se me hace que nulificaría la posibilidad de que muchos accedieran al derecho de ser votados. Muchas gracias por darme la oportunidad de expresarme. Saludos
El Zama
Como dicen los diputados: "pido la palabra para alusiones personales" jajaja. Ya en serio, quiero contestarle a alejandro que la campaña Ya Bájale no pide que se elimine el financiamiento público a los partidos políticos, (de hecho estoy de acuerdo con que es una base para la equidad en la competencia) sino que se bajen los montos, pues nuestras elecciones son muy caras, entre otras cosas, por las ingentes cantidades de dinero público que los partidos se despachan, lo cual, a las vistas y nos remitimos a las pruebas, (ya hay muchos estudios sólidos al respecto) genera distorsiones en la propia competencia política, pues tanto dinero sirve para comprar spots, no para exponer propuestas; para comprar voluntades no para generar debates, en fin, tanto dinero como ahora, y tan mal fiscalizado, no le sirve a nuestra democracia para que se desarrolle. Saludos zama y ya sabes el camino....hasta este bló
¡Qué gusto leerte! A veces funcionas en mí como una especie de Pepe Grillo, no en la versión Consiciencia del Bien y el Mal, más bien en la versión Consciencia Ciudadana o Consciencia Política y me haces reflexionar, de una manera más incisiva a la que normalmente lo hago en este tipo de asuntos. Siempre introduces en mí la espinita de informarme más.
Eres mi Mafalda, eres mi Lisa Simpson, eres mi amiga y te felicito y te quiero por tu compromiso con esta ciudad y con este país.
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