junio 09, 2008

El silencio de la lluvia

Hoy ha estado nublado en León y ha llovido un poco.
Aparte de que el calor se calma, que las calles se lavan y hasta a las yerbas más insignificantes de los baldíos le salen retoños, la lluvia trae a mi calle un silencio especial.
Los niños se guardan en sus casas; el policía, el cartero y el surtidor de gas han dejado sus afanes para otro día. Casi nadie circula por aquí.
Pero noto que el silencio es muy diferente al que ocasiona el rayo abrasador con que el sol inunda ordinariamente mi calle. Con un calor entre 38 y 40ºC sin sombra, también se hace silencio en la calle. Pero aquel es un silencio sordo, estupidizante (La RAE dice que esta palabra no existe). En cambio, el silencio de la lluvia me pacifica.

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